Tas cuatro horas y media, llego a Sierra de Fuentes, (Cáceres), el pueblo de mi padre. Es un pueblo pequeño, de unos mil quinientos habitantes. Allí juego con mis primos: Saioa, Igor, Julen, y mi hermano Mikel.
Al entrar, está el salón donde solemos ver la tele. Seguidamente, hay una mesa con un jarrón lleno de flores. A la derecha hay una habitación. A la izquierda está el baño. Siguiendo recto hay dos pasillos, uno da al patio y otro a la cocina. Ésta es enorme. Pasando la cocina, hay un pasillo donde hay cuatro habitaciones. La primera es de mis abuelos, la segunda de mis tíos, la tercera es de mi tío, al que todos llamamos “Titi” y la última es la mía, donde hay dos camas confortables. En la cocina hay una puerta que da al patio, y como allí las tardes son calurosas, las pasamos en unas piscinas hinchables que tenemos. También hay una mesa donde comemos. El patio tiene forma de “ L “. Al final del patio, hay un pequeño camarote lleno de recuerdos. Allí yo me echo la siesta.
Las sensaciones que me provoca estar allí son: alegría, felicidad y diversión, por que siempre voy en vacaciones a disfrutar a tope de mi familia.
¡ Y esta es mi casa de Sierra de Fuentes ¡
El nombre de Malú es María Lucía. Es alta y delgada. Es una cantante a la que admiro un montón.
Tiene la cara estrecha. Su frente es lisa. Sus cabellos son castaños y ondulados. Sus ojos son marrones como el café, los labios los tiene rojos y estrechos. Las orejas las tiene pequeñas. Sus dientes son blancos y limpios. Las cejas las tiene finas como la escarcha. Su nariz es delgada y tiene un piercing en ella.
Su aspecto es joven y atractivo. La forma de vestir que tiene es elegante, pero en sus conciertos usa ropa roquera de color negro como una pantera.
Me encantan sus manos. Las uñas se las pinta de color rojo y parecen abanicos moviéndose. En ambas manos, tiene unos tatuajes de letras chinas.
Tiene un carácter diferente cuando canta y cuando no. Ella es alegre, simpática, tímida y educada. Pero cuando actúa se vuelve atrevida, decidida y expresiva.
Su voz es potente y fuerte, a veces, parece el rugido de una leona y otras veces el maullido de una gatita.
Así es Malú, mi cantante favorita.
El lunes sobre las diez llegó el autobús para recogernos. Todos estábamos súper nerviosos. El viaje fue pesado, pero valió la pena.
Cuando llegamos al centro, los monitores nos explicaron las normas que debíamos cumplir. Más tarde subimos a las habitaciones para hacer la cama, instalarnos e ir al baño.
Ya por la tarde fuimos al cine. Vimos la película de los vengadores. Nos lo pasamos genial. Aunque Alejandra, Celia, Leti y yo nos pusimos nerviosísimas en la parte de acción de la película.
También hicimos muchísimas actividades con las que aprendimos mucho. Además hicimos muchísimos amigos de Villagonzalo.
El miércoles fuimos a la bolera. En la mesa que yo estaba también estaban Celia, Alejandra, Leticia y Elisa. ¡Leti nos ganó a todas!
El jueves temprano cogimos las cosas de la piscina, y nos fuimos al gimnasio: be up. Allí realizamos distintas actividades de entrenamiento, las chicas nos dirigimos a los vestuarios para cambiarnos.
Cuando llegamos a la piscina nos dividieron en Facundos y Anicetos. A mi equipo los Anicetos nos tocó jugar al waterpolo. Después de largo tiempo jugando pasamos a la piscina pequeña donde realizamos acuagym. Se trataba de bailar y hacer ejercicio en el agua.
En las habitaciones no se podía gritar y por eso no hablábamos casi nada. Mi habitación la uno, era la más pequeña. En ella dormíamos seis chicas: Nava, Emma, Lucía, Alejandra, Gisela y yo. Emma tenía un problema en la rodilla y por eso la teníamos que ayudar a hacer todo.
El jueves que fue un día muy largo también tuvimos que aprendernos la coreografía de grease. Por la noche nos preparamos para la fiesta chatuna.
El viernes ansiábamos el regreso. Pero también queríamos quedarnos. Antes de irnos hicimos el taller de educación vial. Jesús Sevilla se montó en un kart y nos enseñó a realizar el recorrido que debíamos hacer.
Mi conclusión es que me lo pase fenomenal e hice muchísimos amigos. El c.r.i.e.b es un sitio fantástico en el que se aprende mucho.
El lunes dieciocho, llegamos al cole con nervios, y con unas grandes mochilas. El autobús del Crieb se estaba acercando. Este llegó a las diez y cuarto.
Cuando nos montamos, yo me puse con Leti. Nos tocaba con Villagonzalo Pedernales. Al llegar, los niños del colegio se montaron.
Cuando llegamos al Crieb fuimos a preparar las habitaciones. Me tocó en la uno con : Sandra, Gisela, Lucia, Emma, y Nava.
En la mesa estábamos: Adrián, Héctor, Costadin, Sandra y Gisela.
Después de comer fuimos a ver una película, esta era: “Los vengadores”.
Luego nos hicieron un cine fórum, que consistía en responder unas preguntas sobre la peli.
El siguiente día, hicimos un taller de nuevas tecnologías, que me gustó mucho.
El miércoles, no salimos del Crieb. Fuimos a fuera a hacer un video. Luego abrieron el carrillo de las chupitainas. Por la noche vino un mago.
Al día siguiente, nos fuimos a la bolera. Yo hice ochenta y seis puntos.
El jueves fue un día muy ajetreado: primero fuimos al gimnasio, luego a la piscina, seguidamente hicimos un baile y finalmente “la fiesta chatuna”.
El viernes por la mañana nos montamos en los cars y e los patinetes. A mí después de comer, me dio mucha pena irme del Crieb.
Esto me gustaría repetirlo año tras año pero…
¡ya solo me queda un curso!
Luiso, es un niño que no siente las piernas. Fue a causa de un accidente de coche. El no se dio cuenta de nada, ya que iba dormido. Sus padres salieron ilesos, solo con unos pequeños rasguños y algunos puntos.
Tiene un amigo llamado Karim que es de Marruecos. Es de su edad, y va a su misma clase. Tiene una cicatriz, que también se la hizo en un accidente de coche.
Karim va a la casa de Luiso todas las mañanas para llevarle al cole. Le prometió llevarle a Marruecos algún día. Luiso, sabe que lo dice porque es su mejor amigo, y le gusta soñar cosas imposibles.
Los dos juegan al fútbol, bueno, los dos son un futbolista: Al principio, Luiso se tambaleaba y, más de una vez se caía cuando se subía a su espalda.
Un día en un partido contra los de 5º A, ellos marcaron el gol de su equipo. Karim y Luiso, estaban dispuestos a rematar. Luiso dio un testarazo al baló, que el portero ni lo vio. El gritó: ¡Gooool! Todos los de su equipo, se echaron encima de ellos. Ese fue uno de los días más felices de su vida.
Luiso tiene once años y no siente las piernas. Esta catástrofe ocurrió en el coche ya que
tuvieron un accidente. Este se quedó inválido. En cambio, sus padres, salieron algo
intactos con heridas y rasguños en la cabeza y en los brazos.
Él tiene un amigo llamado Karim con el que realiza juegos muy divertidos, como el fútbol.
Luiso se sube a las espaldas de su amigo Karim. El amigo empieza a correr y le manda si
tenia que moverse hacia la derecha o hacia la izquierda.
También le manda cuando tenia que golpear la pelota. Luiso recuerda su mejor partido.
En el partido contra 5º A. Karim regateaba. Cuando se acercaba al área le pasó a su amigo
Florian que iba su equipo.
Ya en el área, Florian se regateaba a los defensas y cuando Karim y Luiso se acercaron, este la
tiró hacia nosotros. Luiso remató con la cabeza. Y, tras no haber ningún defensa, la lanzó
hacia el portero y metió gol.
Al marcar gol se sintió todo el equipo orgulloso porque gusto se terminó el partido.
Luiso, Karim y todos los demás sintieron que era el mejor día de su vida.
CELIA SEBASTÍAN ADRIÁN
TERREMOTO EN NELAS.
Terremoto asombroso.
Hace una semana, en Nepal, ocurrió un grave terremoto.
Al parecer, este fenómeno ha sido tan fuerte y profundo, que las personas ya notaban
sus temblores. Ha destruido grandes edificios y muchas cosas.
Días más tarde, los policías, bomberos y equipos de rescate, han podido levantar
grandes escombros y, día a día se han ido encontrando cadáveres de las personas
del país ( Nepal) afectado.
Hasta ahora se han encontrado aproximadamente más de mil personas.
Han encontrado niños, hombres y mujeres entre los escombros, pero a parte, también
bajo tierra.
Muchos investigadores creen que les va a costar rescatar a todos los cuerpos bajo tierra.
También piensan que tendrán que estar varios días investigando lo que produjo el comienzo
del terremoto. Como lo produjo. Al final lo descubrirán.
CELIA SEBASTIÁN ADRIÁN
Luiso era un niño un tanto particular, tanto que no sentía las piernas. El pobre dejó de sentirlas cuando tuvo un gran accidente de coche. A sus padres, solo les ocurrieron algunas heridas leves pero salieron ilesos.
El tenía un amigo que se llamaba Karim. Este le ayudaba a llegar al colegio para que no tuviese que esforzarse en lastrar la silla de ruedas. También le ayudaba a jugar al fútbol ya que le apasionaba ese deporte.
Karim lo alzaba en el aire y lo subía a la espalda. Luiso remataba con la cabeza. Un buen día el pequeño niño jugando con el equipo de 5º A dio un gran testerazo y marcó gol. Cuando el balón estaba ya dentro de la portería bramó: ¡GOOOOL! Todos los de su equipo se dieron un brioso abrazo y felicitaron a Luiso y a Karim por su excelente gol.
Luiso muy alegre les explicó a todos sus amigos que ese fue el día más feliz de su vida. Karim su mejor amigo, le invitó a que fuera con él Marruecos para estar con él, en su casa.
El día martes 28 de abril a las 06:30 de la madrugada en el palacio real se encontraban la anciana y su joven nieto.
Lo que ocurrió fue que la abuela gánster y su compinche intentaron robar la corona del rey. Estos se disponían a escapar cuando la alarma se disparó. Catorce perros que custodiaban la corona se abalanzaron sobre ellos.
Mucho después llegó la policía. Los ladrones estaban subidos en lo alto de la torre del palacio por miedo. Cuando los bajaron estos devolvieron la corona y se les condenó a toda una vida en la cárcel.
El monarca guardó su preciada corona en una sala acorazada, con una puerta blindada que para abrirla hacían falta veinte llaves las cuales estaban escondidas por el palacio.
Para agradecer a los perros su gran actuación el rey mandó hacer una estatua en su honor. Esta ha sido colocada en los jardines reales horas más tarde del dicho hecho.
Pero lo más importante es que cuando los valerosos policías iban a encerrar a los malhechores, estos se escaparon. Se piensa que quieren volver a asaltar el palacio real. Pero esta vez con protección y armas.
Después de atravesar varios pueblos la abuela llego al claro de un pequeño bosque en el que encontró al gorrión herido en el suelo porque un buitre lo había atacado para arrebatarle sus tierras repletas de de cultivos de arroz. La abuela al verle al verle lo recogió con las manos y lo llevo al pueblo más cercano que vio, donde encontró una pequeña casa abandonada. La abuela se alojó allí algún tiempo hasta que vio que el pájaro podía andar.
La abuela determinó que era mejor llevarse al pájaro a su casa para cuidarle con la ayuda de sus nietos. La abuela salió ese mismo día hasta llegar dos días después. Al llegar construyó una pequeña casa para pájaros para su pequeño amigo, que se quedó con ella para siempre porque aquella señora amaba a los pájaros y en especial a ese.
Martes 21-4-2015
Elisa Miguel Rojo.
Mi padre siempre ha sido un goloso. Le gustaba todo tipo de dulces: rosquillas, magdalenas, bollos…
Cuando él era pequeño, le encantaba que su madre, después de comer, sacara algunos dulces. Este siempre se los comía todos.
El siempre decía: ¡nunca me empacharás de dulces! Mi abuela, pensando y pensando, no conseguía dar con la solución mi padre nunca se llenaría.
Hasta que un día, ella ya contaba con la solución. Fue a comprar una docena de pasteles, de los grandes rellenos de crema.
Después de comer, mi abuela, le dio la docena de pasteles y dijo: ¡Hala! para ti solo. El primero, se lo comió normal, el segundo también. Cuando llego al quinto, el pobre se estaba cansando. Al final solo dejó dos. Su madre, que le miraba por la cocina se reía.
Todavía, a día de hoy, ya tan mayor, si rebuscas bien en su mesilla de noche, puedes encontrar alguna chuche. ¡Mi padre siempre ha sido un goloso de primera!
Mi padre siempre ha sido un goloso. Le gustaba todo tipo de dulces: rosquillas, magdalenas, bollos…
Cuando él era pequeño, le encantaba que su madre, después de comer, sacara algunos dulces. Este siempre se los comía todos.
El siempre decía: ¡nunca me empacharás de dulces! Mi abuela, pensando y pensando, no conseguía dar con la solución mi padre nunca se llenaría.
Hasta que un día, ella ya contaba con la solución. Fue a comprar una docena de pasteles, de los grandes rellenos de crema.
Después de comer, mi abuela, le dio la docena de pasteles y dijo: ¡Hala! para ti solo. El primero, se lo comió normal, el segundo también. Cuando llego al quinto, el pobre se estaba cansando. Al final solo dejó dos. Su madre, que le miraba por la cocina se reía.
Todavía, a día de hoy, ya tan mayor, si rebuscas bien en su mesilla de noche, puedes encontrar alguna chuche. ¡Mi padre siempre ha sido un goloso de primera!
La abuela, a la que le encantaban los pájaros, decidió salir a buscar a aquel gorrión que le regaló la pipa de calabaza. Aquella calabaza tan pasmosa que nunca dejaba de manar arroz.
La humilde anciana salió en su búsqueda. Recorrió todos los bosques y praderas. Un buen día la anciana sentada en un tronco, vio que un pajarito muy pequeño la hacía señas desde un nido.
La anciana se acercó. Le preguntó si había visto a un gorrión marrón, pequeño y con manchas. Se lo preguntó no porque estaría loca si no porque entendía el idioma de los pájaros. Este la explicó que era su padre y que el también la estaba buscando a ella.
El hijo del gorrión la llevó hasta su padre. La señora formó un cuenco con sus manos y lo cogió. Le agradeció todo lo que había hecho por ella. El gorrión la explicó que si él la había dado esa pipa fue porque ya que era una anciana pobre pero humilde también ella se merecía que alguien fuese humilde con ella. La viejecita agradeció sus palabras.
Los dos amigos se despidieron y se fueron separando en la tupida niebla. El gorrión con pena de separarse la siguió para hacerle una propuesta. Este la propuso que su familia y el fuesen a vivir a su jardín. La anciana accedió a su propuesta. Cuando la familia de gorriones llegó a su nueva casa, la anciana les esperaba en su jardín para darles la bienvenida.
La familia de los gorriones y la anciana vivieron muy dichosos, en aquel pequeño pueblecito rodeado de árboles y riachuelos.
Mi abuelo me ha contado que cuando tenía trentaicuatro años fue al monte de Tejada. Había batido ciervos, liebres y hasta un zorro, pero, esta vez quería montear en especial un jabalí. Nunca había cazado uno y quería cazarlo.
Cuando llegó al bosque sacó la escopeta y se dispuso a cazar al animal. Cuando ya llevaba seis horas intentando cazar lo se detuvo y decidió volver a casa, pero, de repente, un jabalí apareció por el bosque y se metió debajo de un bellotero a comer bellotas. Apunto al animal y falló, este salió corriendo. Mi abuelo le persiguió durante más de una hora.
Se hizo de noche y mi abuelo se alarmó. Llevaba un paquete de cerillas y encendió una fogata. Él espero hasta que se hiciera de día. Por la mañana subió al alto del monte y vió que no se había alejado casi nada.
Cuando llegó a casa, mi abuela se enfadó con mi abuelo pero se alegró mucho de verle.
Al principio, Fernando y Diego de Carrión, querían marcharse con el botín a sus castillos.
Pero no se podían marchar así como así, porque tos vigilaban de cerca.
Más tarde, tras mucho pensar, decidieron que la excusa que iban a utilizar era: decir a sus
amadas y a sus padres que se iban con Elvira y Sol a sus castillos y que pronto les llamarían
para la boda.
Al Cid le pareció bien y les dejó marchar. Les ofreció unos caballos y mulas con gran
resistencia. Diego se sintió ofendido. El padre de las novias les dijo que fueran a visitar a
Abengalbón un gran amigo del Cid que les daría posada y buena comida.
Cuando se marcharon, Félez les seguía sigilosamente. Cuando estos fueron a visitar al amigo
del Cid planearon matarle pero un amigo de este se lo contó y su plan fracasó.
Más tarde, en el bosque, decidieron coger a Elvira y Sol para abandonarlas, pegándolas, con la
sincha de la silla de los caballos y atarlas a los árboles para que se las comieran los osos.
Estos se marcharon. De repente Félez se acercó, las vio y pensó que seria mejor llevarlas
a una posada para que allí descansaran y comieran.
Por último, Félez, le fue a contar al Cid lo ocurrido. Este, aguantando la hira, mandó a Minaya,
Pedro y Félez a por sus dos hijas a la posada. El Cid, juró por su barba que Fernando y Diego
Serian acusados ante las Cortes Generales de Castilla y León para que sean juzgados y
condenados por traidores.
Celia Sebastián Adrián
Los infantes de Carrión, estaban cansados de que los amigos de Rodrigo se rieran de ellos. Así que, ellos hicieron un plan para obtener riquezas, y librarse de sus novias.
Le dijeron a Rodrigo que se iban a Carrión para que Elvira y Sol conociesen sus palacios. El Cid propuso que llevasen algunos de sus hombres, pero Diego se negó ya que si no les descubrirían. Jimena les preguntó que cuando saldrían. Estos pensaron: cuanto antes mejor. Pero contestaron: cuando las damas quieran. El Cid también les recordó que saludaran al rey de Albarracín.
En el camino, Fernando y Diego tuvieron una idea que fue la siguiente: matar al rey moro. Sin embargo les oía uno de sus hombres. Su plan había fracasado.
Más tarde, los infantes decidieron pagar su mala suerte con sus novias. Las ataron a los árboles de Corpes y las pegaron con las cinchas de sus caballos. Ellos competían para ver quien las hacía más daño. Las chicas gritaban y suplicaban pero no las hacían caso.
Cuando se fueron, por suerte les había seguido Félez Muñoz, que las llevo a San Esteban de Gormáz. Allí las acogieron. Pasados unos días fueron a recogerlas y las llevaron a casa.
Se lo contaron todo a su padre, que este decidió acusarles ante las Cortes Generales de Castilla y León. Las hijas del Cid en lo último que pensaban era en casarse. Además, su padre las dejó casarse con los chicos que ellas verdaderamente amaban.
Fernando y Diego de Carrión, le pidieron al Cid que les dejaran llevar a Elvira y a Sol a Carrión. El Cid aceptó y más tarde a la semana siguiente, emprendieron su camino.
Los dos infantes tramaban matar a Abengalbón. El rey moro de Molina. Allí los dos malvados pensar en cómo lo matarían. Lo asesinarían cuando el ricachón rey quedara dormido y así podrían saquear su estancia. Un vasallo moro los escuchó y se lo contó a Abengalbón.
El rey los echo de allí. Para pagar su calamidad, los infantes llevaron a las hijas de Rodrigo al robledal de Corpes. Allí las pegaron y las abandonaron para que los osos las devoraran.
Mucho después allí las encontró Félez Muñoz el primo de Elvira y Sol. Se las llevó a San Esteban de Gormaz para que las curaran y las vistieran.
Félez volvió a Valencia y se lo contó a Jimena y al Cid. Rodrigo mandó a San Esteban de Gormaz a: Pedro Bermúdez, Martín Antolínez y a Minaya Álvar Fañéz. Estos recogieron a las hijas del Cid y se las llevaron de vuelta a Valencia.
Rodrigo al ver a sus hijas, les suplicó que le perdonaran. El Cid juró que sus hijas ya nunca tendrían que casarse con quien el rey o el decidieran si no con quien ellas anhelarían. Pero Elvira y Sol no querían ni pensar en nupcias después de todo lo ocurrido.
Los caballeros del Cid se ríen de los infantes de Carrión porque se chulean de haber luchado en la batalla per nadie les vió batallar. Los infantes piensan en marcharse a Carrión con sus ganancias y sus mujeres y dejarlas abandonadas en el camino. Cuando se lo dicen al Cid ponen la excusa de que las quieren presentar a sus vasallos y enseñarles sus palacios. El Cid acepta pero Diego rechaza una escolta.
En el camino, paran en Molina donde los infantes traman matar a Abengalbón y llevarse sus riquezas. Más tarde un guerrero que les había oído se lo conto a su rey. Este les echó del castillo.
Cuando los echa, los infantes pagan sus penas con sus novias. Primero les quitan sus joyas y sus mantos, las atan a un árbol y las fustigan antes de abandonarlas para que se las coman los osos.
Feléz Muñoz que los seguía oyo los llantos de las hijas del Cid, las curó las heridas y las llevó a San Esteban de Gormaz.
Cuando se enteró el Cid de lo ocurrido decidió acusar a Fernando y a Diego ante las Corte Generales de Casilla y León.
Las hijas del Cid doloridas no quieren ni pensar en casamientos.
El día 27 de marzo nos dieron las esperadas vacaciones. Ese día salimos todos del colegio muy alegres. Todos esperábamos impacientes la llegada de la Semana Santa.
En primer lugar el jueves absortos admirábamos la procesión. Había muchísimas cofradías como la del Señor, la de la Cruz o la de la Virgen. Mientras andábamos algunos señores y niños tocaban los tambores.
Más tarde el viernes Santo a algunas personas nos tocó velar es decir: mirar y rezar con consideración el monumento que mi cofradía, la del señor, había preparado. Allí dentro se encontraba el sagrario.
El domingo las mozas de la virgen que eran 6, se vistieron con unos trajes muy llamativos y cantaban unas hermosas canciones implorando a la Virgen. Mucho después realizamos una romería. Celia y yo lastrábamos unas desmesuradas velas. El cura, Domingo, nos dio un euro a cada monaguillo y un considerable puñado de galletas.
El alcalde y los jueces atesoraron sus bastones que eran custodiados por el señor cura. Este se los entregó dándoles la glorificación y las felices pascuas.
Por último y no menos importante el resto del domingo lo aproveché para repasar lo instruido antes de la Semana Santa.
Mi conclusión es que esta Semana Santa ha sido fantástica y muy divertida.
El día 27 de marzo comenzó la Semana Santa y empezaron las vacaciones.
En Semana Santa, quedaba con mis amigas, hacia la tarea y me lo pasaba bien. Más tarde,
el lunes, martes y miércoles quedábamos todas las personas para practicar tocando él tambor
para el Jueves Santo y Viernes Santo.
El martes, a parte de practicar con el tambor, vino una amiga llamada Uxue. Nos lo pasábamos
genial jugando todas juntas. También, nos íbamos al parque a tirarnos de los columpios y jugar
con la nintendo.
El miércoles por la noche, quedamos para practicar el tambor. El jueves, a las diez, empezó la
procesión y tocamos casi toda la cofradía. Había que estar muy atento para no fallar.
El viernes, también se hizo la procesión, y había que volver a hacer lo mismo. Esa noche,
cenamos con la cofradía, y a las doce menos cuarto, estábamos jugando en la plaza y Uxue se
resbaló y se hizo daño en el brazo, pero al día siguiente se la curó.
El sábado, por la noche, cuando se acabó la misa, nos dieron agua vendita y hubo una
merendola. Más tarde, nos fuimos a jugar otro rato a la plaza y nos tuvimos que ir a casa.
El domingo por la tarde, vino Julia y estuvimos todas juntas. Al final de la tarde, se tuvieron
que ir Uxue y Julia.
El lunes, me fui a Burgos, compré, cene en el coche hamburguesas del MacDonal. Me volví
a casa para preparar las cosas del cole.
Me lo he pasado genial esta Semana Santa sobre todo con mis amigas y con la cofradía.
¡Viva la Semana Santa!
CELIA SEBASTIÁN ADRIÁN