EL UNO PARA EL OTRO Y LA MADRE DESAGRADABLE.
Escrito por CELIA SEBASTIÁN ADRIÁN, domingo 15 de diciembre de 2013 , 19:34 hs , en TRABAJOS DE LOS ALUMNOS


Bruja: (Gritando)¡Hija ven aquí ya, a comer!

Lara:(Llorando)No quiero comer madre, sabes que no me gustan las alubias.

Bruja:(Regañándola)No me contestes, comerás lo que yo te diga.

Lara: Me voy a la calle un rato.(Dando un portazo)(se fue corriendo hacia el bosque)

                                   no encuentro la salida. ¿Me he quedado perdida?(Gritando)                 

Ayuda que me atacan los lobos. Derrepente se holló un crujido.

Lara: Oh es el príncipe Marcos.

Marcos:(Preocupado)¿Lara que te pasa?

Lara:(Vociferando)¡Me están atacando los lobos!

Marcos:(Cabalgando) ¡Te salvaré Lara!

(Dando cozes a los lobos con el caballo)Bien he conseguido ahuyentarles.

Lara:(Abrazando al príncipe)Gracias pero…te tengo que confesar

algo…(Lara poniéndose roja)Me he enamorado de ti.

Marcos: Yo también te quiero.

Al final Marcos y Lara se casaron y tuvieron tres niños.

¡Eran mas felices que nunca!

Bruja:(Refunfuñando)Porras se han casado.

PERSONAJES: Bruja, Lara y Marcos.

CELIA SEBASTIÁN ADRIÁN



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Comentarios
  • Salma Arribas Carrrillo el domingo 15 de diciembre de 2013, 20:21 hs
    Celia me ha gustado mucho tu redacción. Tienes mucha imaginación.

    Sigue así.
  • ELISA MIGUEL ROJO el lunes 23 de diciembre de 2013, 16:33 hs
    Me  a  gustado  mucho  es  muy  entretenida
  • Samara de los Angeles Vera el jueves 2 de octubre de 2025, 09:55 hs

    Fregadero inox industrial: la pieza invisible que sostiene la cocina

    Hay elementos en una cocina que rara vez se llevan el aplauso, pero sin ellos nada funcionaría. El fregadero inox industrial es uno de esos héroes silenciosos. Nadie presume de él, pero todos lo usan. Y sin embargo, es tan esencial como el horno, la campana extractora o la mesa de trabajo. En el universo de la hostelería —y, de manera muy particular, en las cocinas escolares actuales— su papel va mucho más allá de enjuagar un vaso: es sinónimo de higiene, resistencia y eficiencia.

    La importancia del mobiliario de hostelería de acero inoxidable en las cocinas escolares

    Podríamos decirlo sin rodeos: una cocina escolar no puede funcionar sin mobiliario de acero inoxidable. ¿Por qué? Porque hablamos de espacios donde se preparan decenas, incluso centenares de menús diarios. Allí no hay margen para improvisaciones. La normativa exige superficies higiénicas, fáciles de limpiar y resistentes a golpes, calor y humedad. Y justo eso ofrece el acero inoxidable. Por eso, cuando nos detenemos a observar el fregadero inox industrial, entendemos que no es solo un accesorio: es la garantía de que los alimentos se manipulan en un entorno seguro.

    De hecho, basta pensar en su uso diario: limpieza de ollas de gran tamaño, enjuague de verduras, lavado de cubiertos por millares… tareas que ningún fregadero doméstico soportaría. Ahí aparece el valor del diseño industrial. Y es aquí donde entran en juego los fregaderos industriales, construidos para resistir jornadas maratonianas.

    Tipos de fregadero inox industrial: la versatilidad al servicio de la cocina

    No todos los fregaderos sirven para todo. Elegir mal puede convertirse en un problema diario. Por eso, conviene repasar las principales tipologías:

    • De una cubeta con escurridor: sencillo, funcional y perfecto para cocinas con espacio limitado. Permite lavar y escurrir con comodidad.
    • De dos cubetas: el aliado de las cocinas con gran volumen. Una cubeta para platos, otra para vasos o para procesar alimentos.
    • Con mesa de trabajo integrada: ideal en entornos escolares, donde se requiere aprovechar cada centímetro. La mesa facilita la preparación de alimentos en línea con el lavado.
    • Con lavavajillas incorporado: imprescindible para comedores escolares y restaurantes que no pueden perder tiempo. Acelera la limpieza y asegura un flujo constante de material limpio.

    A estas categorías se suma la variable de instalación: sobre encimera, bajo encimera o suspendidos. Cada una responde a necesidades específicas, desde la rapidez de montaje hasta la máxima higiene. Y todo ello, siempre en el material rey: el acero inoxidable.

    El acero inoxidable: resistencia y seguridad en cada rincón

    El fregadero de acero inoxidable es el estándar en hostelería porque reúne virtudes únicas: no se oxida, resiste impactos, soporta productos de limpieza agresivos y se desinfecta con facilidad. En un entorno donde la higiene no es negociable —como las cocinas escolares—, es la opción más sensata. Sí, existen alternativas como el polietileno o el granito, pero ninguna combina resistencia, precio y durabilidad como el inoxidable. Por eso, quien invierte en él invierte en tranquilidad.

    Y es que, cuando hablamos de preparación de menús infantiles, la ecuación es clara: higiene + durabilidad = confianza. Por esa razón, a medio camino entre la teoría y la práctica, el fregadero de acero inoxidable se convierte en un estándar imprescindible.

    Características esenciales de un buen fregadero inox industrial

    No basta con elegir “un fregadero grande”. Los profesionales saben que hay detalles que marcan la diferencia:

    • Resistencia: debe soportar golpes, altas temperaturas y uso intensivo sin deformarse.
    • Higiene: superficies lisas, sin poros ni juntas que acumulen residuos.
    • Ergonomía: altura y profundidad que eviten lesiones en quienes trabajan horas frente a él.
    • Funcionalidad: medidas adecuadas al espacio y al volumen de trabajo.

    Cuando se conjugan estos factores, se consigue un fregadero que no solo cumple, sino que multiplica la eficiencia del equipo de cocina.

    Más allá de la cocina profesional: el valor en hostelería y educación

    Hablamos de colegios, pero la reflexión vale para toda la restauración. Un fregadero inox industrial mal elegido significa retrasos, incomodidad y desgaste prematuro. Uno bien pensado es garantía de fluidez en el trabajo. Y ahí aparece el concepto amplio de hostelería: hoteles, restaurantes, comedores colectivos… todos dependen de un equipamiento que nunca falla.

    En las cocinas escolares, además, existe un componente pedagógico silencioso. Los niños nunca verán el fregadero, pero la seguridad de lo que comen depende en parte de él. Cada superficie desinfectada, cada utensilio limpio, cada alimento preparado en condiciones óptimas, se lo debe a ese acero inoxidable que permanece imperturbable al paso de los años.

    Consejos para elegir el fregadero inox industrial adecuado

    La elección correcta exige responder algunas preguntas clave:

    • ¿Cuánto espacio disponible hay en la cocina?
    • ¿Qué volumen de menús se prepara a diario?
    • ¿Qué tipo de alimentos se manipulan?
    • ¿Cuál es el presupuesto disponible?

    A partir de ahí, la decisión se afina:

    • Cocinas pequeñas: fregaderos compactos con escurridor.
    • Cocinas con gran volumen: dos o tres cubetas.
    • Presupuesto ajustado: acero inoxidable básico de una cubeta.
    • Mayor inversión: fregaderos combinados con mesa de trabajo o materiales premium.

    No olvidemos factores ergonómicos como la altura —para evitar dolores de espalda— y la profundidad —suficiente para ollas grandes sin dificultar el alcance. También importa la elección del grifo: monomando, extraíble, de ducha… cada uno resuelve una necesidad distinta.

    El fregadero como centro neurálgico de la cocina

    En la narración diaria de una cocina, el fregadero apenas aparece. Pero en el silencio de la rutina es el epicentro: allí empieza la limpieza de los vegetales, el enjuague de los cuchillos, la higiene de los platos. Sin él, el engranaje se atasca. Por eso, en hostelería y cocinas escolares, hablar de fregaderos inox industriales es hablar de eficiencia, salud y futuro.

    Invertir en acero inoxidable es invertir en tranquilidad

    El fregadero no es un lujo, ni un accesorio que pueda improvisarse. Es el corazón oculto que asegura que cada menú llegue a la mesa en condiciones perfectas. Y en un contexto donde la exigencia normativa y social es máxima —como en colegios y centros de hostelería—, el acero inoxidable se convierte en la única opción sensata. Apostar por él es asegurar que la cocina podrá responder cada día, sin excusas, a la confianza de quienes se sientan a la mesa.