Era una noche fría y oscura. Celia y yo nos quedamos en la hípica L`Astarac. Nos colocamos en una cuadra limpia, la llenamos de heno fresco, preparamos nuestros sacos de dormir y unas patatas para asar.
Cuando nos empezamos a quedar dormidas, de repente nuestros perros, Blanco y Moreno, a ladrar muy fuerte y a lo lejos vimos una sombra negra como el carbón que galopaba muy rápido. Todos los caballos relinchaban y pegaban patadas a las puertas. Nosotras salimos a ver qué pasaba y entonces volvió a pasar la sombra negra galopando. Fuimos donde había estado y vimos sus pisadas enormes, más grandes que la pisada de un caballo normal. Ya no la vimos, así que nos fuimos a los sacos de dormir con los perros. Nos dimos cuenta que era noche de luna llena y además la noche de “Halloween”. Estuvimos hablando hasta que caímos en la cuenta, de que de pequeñas nos contaron que en la noche de “Halloween” en la había luna llena, aparecía un caballo negro por el campo que tenía la misión de asustar a todos los espíritus malvados que intentasen hacer el mal a los caballos de la región.
Al principio nos asustamos mucho, pero al recordar la historia nos quedamos felices y contentas. Pasamos una noche estupenda con nuestros amigos los caballos, con Blanco , con Moreno y con el recuerdo del caballo negro.
Muy bien Alejandra sigue así
ME A ENCANTADO ALEJANDRA