Erase una vez una niña llamada Caperucita.
Un día volvió de un paseo por el bosque, cuando volvió a casa, su madre
la mandó llevar unos bollos a su abuela.
Más tarde Caperucita iba cantando y bailando por el bosque
mientras que, el lobo la iba siguiendo para comérsela pero se le
ocurrió otra idea: ir a casa de la abuela y encerrarla en el armario.
Cuando Caperucita llegó a casa de la abuela y vio unas cuantas diferencias
en la abuela y la empezó a preguntar:
-Abuela que ojos más grandes tienes.
El lobo la respondió:
-Para verte mejor.
Así seguían, Caperucita no paraba de hacerle preguntas.
Hasta que el lobo metió la pata. Se lanzó sobre Caperucita y la encerró
en el armario. Al final vino el leñador para rescatar a la abuela y a
Caperucita pero el lobo se lanzó sobre el leñador y se lo comió.
Nunca más volvieron a saber más de ellos.
CELIA SEBASTIÁN ADRIÁN