El Conde Niño estaba enamorado. Cuando fue a dar agua a su caballo, en ese momento se puso a cantar. Como cantaba tan dulce, las aves se acercaron a ver de dónde provenía ese canto.
Mientras la reina labraba y su hija la princesa descasaba apaciblemente. La reina le dijo a su querida niña que se levantara para oir el dulce cantar de la sirena del mar. La niña le contestó que no era la sirena del mar, sino el Conde Niño ,que por el amor hacia ella estaba muriendo.